Los tamales son uno de los alimentos más antiguos de México, con raíces que se remontan a las civilizaciones prehispánicas. Elaborados a base de masa de maíz, se rellenan con carne, salsas o dulces, y se envuelven en hojas de maíz o plátano.

Cada región de México tiene su propia versión: los tamales oaxaqueños en hoja de plátano, los del centro con salsa verde o roja, e incluso variantes dulces con pasas y frutas. Esta diversidad refleja la riqueza cultural y gastronómica del país.

Su preparación suele ser comunitaria, conocida como “tamaliza”, donde varias manos colaboran para elaborar grandes cantidades, especialmente en celebraciones como la Candelaria o fiestas familiares. Es un platillo que simboliza unión y trabajo en equipo.

Los tamales no solo alimentan el cuerpo, sino que también representan tradición y continuidad. Son el platillo que se disfruta tanto en desayunos cotidianos como en festividades, siempre acompañado de un atole calientito.