Las quesadillas son uno de los platillos más versátiles de la cocina mexicana. Elaboradas con tortillas de maíz o harina rellenas de queso derretido, se han convertido en un clásico infaltable en fondas, mercados y hogares en todo el país.

Su historia se remonta a la época colonial, cuando el queso se integró a la dieta mexicana. Con el paso del tiempo, las quesadillas se adaptaron a cada región, incorporando ingredientes como flor de calabaza, huitlacoche, hongos, chicharrón prensado o tinga.

En la Ciudad de México existe incluso la famosa discusión sobre si una quesadilla puede llevar queso o no, lo que refleja su relevancia cultural y la pasión que despierta este platillo sencillo pero profundamente arraigado.

Hoy en día, las quesadillas se disfrutan a cualquier hora del día: como desayuno, comida, cena o antojito callejero. Son la representación de la comida mexicana en su forma más reconfortante, práctica y llena de sabor auténtico.